jueves, 23 de julio de 2009

Juro.


Y acá sigo, otra noche mas pensando en como pudieron hacerte tan bonita. Seguramente gaste cada noche de mi vida y nunca encuentre la respuesta. Y después de eso, hago otro intento por olvidarte. Pero rápidamente caigo en la realidad y me pregunto. Podría alguien que viajo a Egipto olvidar el asombro en el momento de ver esas pirámides imponentes? Puede ser que una persona que camino por las arenas mas suaves en las playas mas lindas del Caribe no vuelva a recordar esa hermosa sensación? Existe la posibilidad de que una persona que subió la montaña mas alta del mundo pueda sacar de su cabeza el momento de llegar a la sima? No tengo la suerte de conocer ninguno de esos lugares, y no miento si digo que no siento envidia por los que estuvieron ahí. Por que yo tuve la suerte, o no de conocerte. Y juro que no puedo olvidar el asombro que sentí al verte, que nunca dejare de recordar esa hermosa sensación al caminar y juro también que no hay forma de sacar de mi cabeza el momento en el que llegue a tu parte mas alta. Entonces es cuando entiendo, por que cada intento por olvidarte se cae por la mitad...

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