domingo, 11 de octubre de 2009

Esa noche.


Y espere a que te durmieras como la noche anterior, y así hacerlo yo. En algún momento de esa noche me desperté sintiendo que había dormido años enteros, por que con vos a mi lado duermo con la misma tranquilidad que duerme un niño en la cama de sus padres. Será que cuando estoy con vos duermo con la tranquilidad de saber que lo que mas me importa en el mundo, esta ahí a mi lado, y nada le puede pasar. Pero enseguida me entro la duda de saber si era real o estaría soñando, entonces mire a mi costado para comprobar que estabas ahí y si, para mi tranquilidad ahí estabas, durmiendo como un bebe. Y me colgué a mirarte un rato y sin sorprenderme, ya que es algo que suele pasar, te encontraba algo mas lindo a cada rato que te miraba. Luego de abrazarte me di cuenta que soñabas, por lo que no pude evitar pensar en que soñabas, pero al ser imposible descubrirlo tan solo me conforme con desear que sea yo la persona con la cual soñabas. Y es que si se que en tus sueños soy quien debería ser. Después de un buen rato de disfrutarte y mirarte, sin que vos ni siquiera te dieras cuenta de mi presencia, me volví a dormir con la tranquilidad y al mismo tiempo con la impaciencia de saber que al despertar me ibas a regalar todos esos abrazos y mimos mañaneros que hoy me das. Y será que tanto me gustan que hasta me animaría a decir sin dudarlo, que me gustan mas, mas que antes.

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