Mi corazón y mi cabeza, el agua y el aceite a la hora de aconsejarme. Uno muy racional, piensa todo una y otra vez antes de hacerlo. El otro tan pasional, se deja llevar, siente, no piensa. Yo soy de esos que se dejan llevar por su corazón, por que hay cosas que si las pensas dos veces no las haces, aunque si las pensas tres las volves a hacer. Pasa que prefiero quedarme el resto de mi vida sabiendo que hice lo que sentía aunque allá salido mal y no quedarme toda mi vida preguntándome que hubiera pasado si…
Por eso sigo fiel a mi corazón para quedarme con la tranquilidad que al menos lo intente y me jugué por lo que sentía. Ahora si el tema sobre el que hay que discutir se trata de ella, ahí si que los dos se pelean a muerte y pocas veces llegan a un acuerdo. Se que el corazón me va a reprochar eternamente el dolor que le causa saber que la perdí y que por mi culpa estuvo en otros brazos, es algo que no puede soportar. En cambio mi cabeza me recuerda todos los días que hoy esta de nuevo en mis brazos, no se por cuanto, pero lo esta y me pide que lo disfrute con todas mis fuerzas. La cabeza me dice que es un riesgo my grande todo esto, que puedo sufrir, que me puedo volver a lastimar. Aunque también sabe y me lo dice, que yo soy capaz de hacerla feliz y esa mujer a mi. Pero también tiene algo en claro, es que no cree que ella se anime a correr los riesgos que otra oportunidad implica, y la entiende. Suelo pensar que mi cabeza me dice esas cosas para cuidarme, por que sabe lo que sufrí. Pero saben que? Siempre mi corazón, ese mismo que un día le regale, siempre pero siempre me lleva hacia ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario